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Ortuño de Barakaldo

Ortuño de Barakaldo

El Regato 6Notas atrás mencionaba a Ortuño de Urkullu, o de Barakaldo, y el trágico final que tuvo su hijo Ortuño de Egiluz; así­ como la escalofriante casualidad que se produjo al morir ambos en un mismo mes y año, uno en Europa otro en América, después de 30 años sin verse. También es necesario anotar la increí­ble circunstancia de que un pueblo como el de Barakaldo, que ha sido cuna de este descubridor, lo tenga completamente olvidado. ¿Qué quién fue este Ortuño de Urkullu? Ni más ni menos que uno de los primeros europeos que pusieron los pies en la Mar del Sur -el océano Pací­fico- con Vasco Núñez de Balboa, el año 1513. Acerca de aquella hazaña se ha escrito mucho. Dejo aquí­ un par de textos que mencionan a nuestro personaje:

«…el capitán Vasco Núñez de Balboa Andrés de Vera, clérigo; Pizarro Francisco Bernardino de Morales; Albitez Diego; Rodrigo de Velázquez, Perez Fabián Francisco Valdenebro; Gonzalez de Guadalcama Francisco Sebastián e Grijalba; Muñoz Hernando Hernando Hidalgo; de Bolaños Alvaro Ortuño de Baracaldo; vizcaí­no, de Lucena Francisco Bernardino de Cienfuegos, asturiano; Ruyz Martí­n Diego de Texerina, Daza Cripstobal Johan de Espinoza; Rubio de Malapartida Pascual Francisco Pesado de Malapartida; de Portillo Johan Johan Gutierrez de Toledo; Martí­n Francisco Johan de Beao. Estos veinte é seis y el escribano Andrés de Valderrábano fueron los primeros cripstí­anos que los pies pusieron en la Mar del Sur y con sus manos todos ellos probaron el agua nueva por ver si era salada como la destotra Mar del Norte: é viendo que era salada é considerando é teniendo respecto á donde estaban, dieron infinitas Gracias a Dios por ello …»

El segundo texto que copio está extraido de «Vida de los españoles célebres» de Manuel José Quintana (año 1845), que cita la «Historia General» del cronista Gonzalo Hdez. de Oviedo.

El libro puede hallarse completo en Google (libros).íšnicamente recordar que Oviedo cita a Ortuño de Urkullu -o de Barakaldo-, como Antonio. Este cambio lo he podido comprobar en algunos documentos con otras personas que también trastocan Ortuño, Urtún, Ortún, (Furtún, Hurtún, etc.) por el correspondiente Antonio.

Testimonio sobre el descubrimiento y toma de posesión del mar del Sur. Son tres los que existen incorporados a la letra en el texto de la Historia general de Oviedo, como lo hací­a frecuentemente con otros muchos documentos que le vení­an a la mano. í‰stos se hallan en los capí­tulos 3 y 4 del libro 29, uno respectivo al descubrimiento de aquel mar, y los otros dos a la toma de posesión primera y segunda. Pondremos aquí­ el primero y extractaremos el segundo, para contentar la curiosidad de los lectores y poner algún documento auténtico y original de aquel célebre acontecimiento. «Diré aquí­ quiénes fueron los que se hallaron en este descubrimiento con el capitan Vasco Nuñez, porque fué servicio muy señalado, y es paso muy notable para estas historias, pues que fueron los cristianos que primero vieron aquella mar, segun daba fe de ello Andrés de Valderrábano, que allí­ se halló, escribano real, é natural de San Martin de Val-de-Iglesias; el cual testimonio yo vi allí­, y el mismo escribano me le enseñó, y después cuando murió Vasco Nuñez murió aqueste con él, y tambien vinieron sus escripturas á mi poder, y aquesta decia de esta manera: »Los caballeros y hidalgos y hombres de bien que se hallaron en el descubrimiento de la mar del Sur con el magní­fico y muy noble señor capitan Vasco Nuñez de Balboa, gobernador por sus altezas en la Tierra-Firme, son los siguientes: Primeramente el señor Vasco Nuñez, y él fué el primero de todos que vió aquella mar é la enseñó á los infrascriptos Andrés de Vera, clérigo; Francisco Pizarro, Diego Albitez, Fabian Perez, Bernardino de Morales, Diego de Tejerina, Cristóbal de Valdehuso, Bernardino de Cienfuegos, Sebastian de Grijalva, Francisco de Avila, Juan de Espinosa, Juan de Velasco, Benito Buran, Andrés de Molina, Antonio de Baracaldo, Pedro de Escobar, Cristóbal Daza, Francisco Pesado, Alonso de Guadalupe, Hernando Muñoz, Hernando Hidalgo, Juan Rubio, de Malpartida; Alvaro de Bolaños, Alonso Ruiz, Francisco de Lucena, Martin Ruiz, Pascual Rubio, de Malpartida; Francisco Gonzalez de Guadalcama, Francisco Martin, Pedro Martin, de Palos; Hernando Diaz, Andrés Garcí­a, de Jaen; Luis Gutierrez, Alonso Sebastian, Juan Vegines, Rodrigo Velazquez, Juan Camacho, Diego de Montehermoso, Juan Mateos, Maestre Alonso, de Santiago; Gregorio Ponce, Francisco de la Tova, Miguel Crespo, Miguel Sanchez, Martin Garcí­a, Cristóbal de Robledo, Cristóbal de Leon, platero; Juan Martinez, Francisco de Valdenebro, Juan de Beas Loro, Juan Ferrol, Juan Gutierrez, de Toledo; Juan de Portillo, Juan Garcí­a, de Jaen; Mateo Lozano, Juan de Medellin, Alonso Martin, esturiano; Juan Garcí­a, marinero; Juan Gallego, Francisco de Lentin, siliciano; Juan del Puerto, Francisco de Arias, Pedro de Orduña, Nuño de Olano, de color negro; Pedro Fernandez de Aroche. -Andrés de Valderrábano, escribano de sus altezas en la su corte y en todos sus reinos é señorí­os, que estuve presente é doy fe de ello; y digo que son por todos sesenta y siete hombres estos primeros cristianos que vieron la mar del Sur, con los cuales yo me hallé é cuento por uno de ellos.» Extracto del segundo testimonio. «E fechos sus autos é protestaciones convenientes obligándose á lo defender en el dicho nombre con la espada en la mano, así­ en la mar como en la tierra, contra todas é cualesquiera personas, pidiólo por testimonio. E todos los que allí­ se hallaron respondieron al capitan Vasco Nuñez que ellos eran, como él, servidores de los reyes de Castilla é de Leon, y eran sus naturales vasallos, y estaban prestos é aparejados para defender lo mismo que su capitan decia, é, morir, si conviniese, sobre ello contra todos los reyes é prí­ncipes é personas del mundo, é pidiéronlo por testimonio: é los que allí­ se hallaron son los siguientes: El capitan Vasco Nuñez de Balboa, Andrés de Vera, clérigo; Francisco Pizarro, Bernardino de Morales, Diego Albitez, Rodrigo Velazquez, Fabian Perez, Francisco de Valdenebro, Francisco Gonzalez de Guadalcama, Sebastian de Grijalva, Hernando Muñoz, Hernando Hidalgo, Alvaro de Bolaños, Ortuño de Baracaldo, vizcaí­no; Francisco de Lucena, Bernardino de Cienfuegos, esturiano; Martin Ruiz, Diego de Tejerina, Cristóbal Daza, Juan de Espinosa, Pascual Rubio, de Malpartida; Francisco Pesado, de Malpartida; Juan de Portillo, Juan Gutierrez, de Toledo; Francisco Martin, Juan de Beas. -Estos veinte y seis y el escribano Andrés de Valderrábano fueron los primeros cristianos que los piés pusieron en la mar del Sur, y con sus manos todos ellos probaron el agua é la metieron en sus bocas como cosa nueva, para ver si era salada como la de esotra mar del Norte; é viendo que era salada, é considerando é teniendo respeto adonde estaban, dieron infinitas gracias á Dios por ello, etc.» Habrá más ocasiones en que vuelva a traer a estas páginas a Ortuño de Urkullu.

Su testamento

Algún dato más acerca de este barakaldarra que acompañó a Vasco Núñez de Balboa en el descubrimiento del Océano Pací­fico.

Juan de Urkullu (fallecido hacia 1516) y su esposa, Marí­a López de Urkullu (fallecida hacia 1521), vivieron en la segunda mitad del siglo XV en Urkullu, lugar del cual habí­an tomado el apellido, situado en el valle de Barakaldo. Fruto de aquel matrimonio nacieron Juan Urtiz, Sancho Urtí­z, Ortuño, Marí­a Sáez y Juana de Urkullu.
En aquel tiempo era costumbre en este valle, como en otros muchos lugares de Euskalherria, que el apellido coincidiese con el solar en que se residí­a; por esa razón, las dos hijas, Marí­a Sáez y Juana de Urkullu, cambiaron el suyo cuando contrajeron matrimonio con Juan González de Tellitu y Pedro Sanz de Eskauritza, respectivamente. Los varones mantuvieron el apellido salvo en el caso de Ortuño, al cual es frecuente encontrarlo documentado como Ortuño de Barakaldo. En este caso nos encontramos ante otra costumbre bastante generalizada entre las personas que se trasladaban a América, que cambiaban su apellido por el del pueblo del que eran originarias. Sin embargo, no existe duda a la hora de identificar a Ortuño, ya sea con uno u otro apellido, pues, cuando en Barakaldo se siguieron los trámites para reclamar la herencia que habí­a dejado –638 pesos de oro-, los testigos presentados dejaron bien claro que no existió otro Ortuño que hubiese ido a América excepto el que conocieron indistintamente con los nombres de Ortuño de Urkullu o de Barakaldo y que era natural de aquel valle.

En la copia de su testamento, otorgado en la ciudad de Panamá a 18 de octubre de 1529, se lee sobre su origen: «sepan quantos esta carta vieren como yo, Hurtuño de Baracaldo, natural de Baricaldo de la proviní§ia de Orculo (sic), hijo de Juan de Orculo e de Maria Lopes de Vrculo, mis señores padre e madre, difuntos, que Dios aya, vezinos del dicho lugar de Vrculo, estante al presente en esta í§ibdad de Panama, ques en estos reinos de Castilla del Oro, en la costa de la mar del Sur…»

Entre otras mandas pedí­a ser enterrado en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de la ciudad de Panamá pero, aunque dedicó a esta cierta suma de dinero, fue especialmente generoso con la de Barakaldo a la que mandó lo siguiente: «a la dicha yglesia de señor San Bií§ente de Varacaldo un caliz de plata sobre dorado con su portapaz de lo mismo, e mando para él quinze castellanos». Además, pidió que, según la costumbre, se le hiciesen las honras en dicha iglesia de San Vicente, encima de la sepultura de sus padres y se le rezase un «treintanario».

En el resto de disposiciones recogí­a algunas deudas que tení­a contraidas y otras de las que era acreedor. Después estableció una manda de 15.000 maravedí­s para casar a la más necesitada de sus sobrinas.

Dejaba como heredero universal a su hijo Ortuño de Iguliz, fruto de su matrimonio con Marina de Iguliz. Sin embargo, su mayor preocupación era su hijo «Juanico», habido en una india llamada Beatriz, al que dejaba 50 pesos de oro y pedí­a a sus albaceas testamentarios que dispusiesen lo necesario para que llevasen a ambos a Barakaldo: «mando a mis albaceas que lo envien con mis bienes y con su madre al dicho lugar de Baracaldo para que allí­ esté con mi hijo».

Este es, a grandes rasgos el testamento de uno de los descubridores de La Mar del Sur, lleno de referencias al valle que le vio nacer.

Evidentemente, Juan de Zubileta es el navegante más reconocido del valle de Barakaldo, pero no parece justo que otros como Ortuño de Urkullu, o el capitán Sancho de Beurko, o el piloto Ortuño de Larrea, o Pedro Fernández de Zubileta, o Juan de Zamudio, por citar solo alguno, permanezcan en el más triste de los olvidos.

Goio Bañales

1 comentario

  1. Daniel Fernando Baracaldo Velasquez

    Soy colombiano nacido en Bogota y aunque sabia como consta en una placa ubicada en la region del darien (caribe colombiano)que Ortuño de Baracaldo fue uno de los acompañantes de Vasco Nuñez en el descubrimiento del oceano pacifico no se sabe nada mas a cerca del origen de mi apellido. Si fuera posible saber algo mas sobre ese hijo «Juanico» seria muy interesante y le agradeceria mucho esa informacion.

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